En el aeropuerto de Shannon me dieron
un auto más grande que el solicitado... otro no tenían.
En Irlanda, lo mismo que en Gran
Bretaña y un puñado de países, se circula por el lado izquierdo de
la ruta. El volante, por lo tanto, está a la derecha...
Para el resto de los mortales,
acostumbrados circular por la derecha, y a sentarse a la izquierda,
el asunto es problemático.
Pedí un auto con transmisión
automática... los cambios de marcha no fueron problema.
Tampoco fue para mí problema ubicarme
a la derecha, ni sobrepasar, ni manejarme con soltura en las
rotondas...
Lo que sí fue problema, fue ubicar
mentalmente los límites físicos del auto, sin mirar. Cosa que uno
hace automáticamente con la derecha. Misterios de la mente...
Mi socia me iba señalando que 'estaba
muy cerca'. Pero no hubo nada que hacer.
Y en un pueblito, con autos
estacionados de ambos lados de ruta que lo atravesaba, al cruzarme
con un auto que venía en contra, y yendo por lo tanto a unos 15
km/h, me fui demasiado a la izquierda, del lado de los autos
estacionados...
No hay ruido más molesto que el
sccrrraccchhhhh que se oye cuando se roza otro auto....
Por suerte al alquilar el vehículo,
había tenido una iluminación súbita y pedí seguro total...
De un pub emergió el otro conductor,
que también resultó ser turista con seguro total.
Así que fin de la aventura, pero fue
un mal trago. El auto sufrió sólo un mínimo raspón, pero mi ego un duro golpe!
De ahí en más, me acostumbré a ir bien contra la raya del camino... añadió un poco de tensión a la conducción, pero no pasó más nada.
De ahí en más, me acostumbré a ir bien contra la raya del camino... añadió un poco de tensión a la conducción, pero no pasó más nada.
Irlanda me recompensaría después con
muchos buenos tragos, especialmente de cerveza, pero eso ya es para
otra instantánea!
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